Ingredientes:
4 Filetes de lomo de cerdo gruesos.
1 Trozo de 10 cm. de rábano blanco (daikon)
1 Trozo de 6 cm. de jengibre fresco.
Sal
Pimienta negra molida
2 Huevos
Harina
Pan rallado
Aceite vegetal para freír
4 Cucharadas de salsa de ketchup
1 Cucharada se salsa de soja japonesa.
2 Cucharaditas de salsa de Worcester
2 Cucharaditas de mostaza

Preparación:
Pelamos y rayamos el daikon y el rizoma de jengibre, y los mezclamos en un cuenco.
Si los filetes de lomo tienen grasa, les practicamos unas incisiones para evitar que se curven al freírlos. Los salpimentamos. Batimos los huevos y disponemos un plato con harina y otro con pan rallado. Enharinamos los filetes y los sacudimos para desprender la harina excesiva. Los untamos de huevo batido y los rebozamos de pan rallado.
Calentamos aceite suficiente para cubrir los filetes en una sartén honda y los freímos de dos en dos, alrededor de siete minutos volviéndolos con frecuencia, hasta que se doren bien por ambos lados. Los sacamos de la sartén y los depositamos en papel de cocina absorbente para que se escurran.
Entretanto preparamos la salsa tonkatsu, mezclando en un tazón la salsa de soja, el ketchup, la mostaza y la salsa de Worcester.
Colocamos los filetes sobre una tabla y los cortamos en tiras de un dedo de grosor. Las repartimos en cuatro platos y las acompañamos de la ralladura de jengibre y daikon. Los servimos con unos pequeños cuencos que contengan la salsa tonkatsu.